Tengo Otros Datos

 

Eduardo Esquivel Ancona

Ernesto Zedillo: no a consejos y reclamos de un pésimo expresidente

 

§  Es irónico pensar como uno de los presidentes que menos resultados dio en su administración, y que sus decisiones todavía afectan a los mexicanos, quiera venir a dar consejos.

 

Las críticas que expresó hace unos días el exmandatario Ernesto Zedillo Ponce de León al gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, publicadas en la revista Letras Libres, no representan una novedad, ya que el exjefe del Ejecutivo federal ha reiterado en diversos foros sus descalificaciones hacia las administraciones de la Cuarta Transformación.

 

En enero de 2024, Zedillo participó, junto con el expresidente español José María Aznar, en el evento anual de Actinver, donde centró su ponencia —como actual empleado de Citigroup y Union Pacific— en los “riesgos de los gobiernos populistas”.

 

Es irónico pensar que uno de los presidentes que menos resultados dio durante su gestión, cuyas decisiones siguen afectando a millones de mexicanos, pretenda ahora dar consejos.

 

Zedillo, cuyo gobierno aplicó una política económica basada en el libre mercado, la apertura comercial y las privatizaciones, afirmó en su ponencia que “cada que algún político que no entiende algunas cosas y quiere insultar a alguien, le dice neoliberal”, y llamó a la ciudadanía a “defender la democracia” y frenar “el avance de los regímenes populistas”. Añadió: “Para tener democracia, necesitamos ciudadanos que crean en la democracia; no podemos tener seguidores de culto, fanáticos retrógrados”.

 

El gobierno de Ernesto Zedillo (1994-2000) se caracterizó por un crecimiento mediocre del Producto Interno Bruto (PIB), continuas depreciaciones del peso frente a monedas extranjeras, inflación descontrolada y aumento de la pobreza.

 

Durante su administración, el peso mexicano se depreció 174.5% frente al dólar. Recibió la divisa a 3.41 pesos por dólar, y al término de su sexenio el tipo de cambio era de 9.36 pesos por dólar.

 

La inflación acumulada en ese periodo fue de 225.12%, con un fuerte deterioro del salario mínimo y un aumento de la economía informal, lo que provocó un grave incremento de la pobreza.

 

Uno de los episodios más recordados de su gobierno fue el rescate bancario de 1998, conocido como Fobaproa, mediante el cual se convirtieron las pérdidas de bancos privados en deuda pública, afectando a varias generaciones de mexicanos.

 

Para tener una idea del impacto de este rescate: para el año 2024, además del presupuesto asignado al Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB), que sustituyó al Fobaproa, se contemplaron 62,489.4 millones de pesos adicionales. El IPAB estimó necesidades de pago por 254,448.5 millones de pesos, monto que se cubriría con la emisión de Bonos de Protección al Ahorro (BPAs) en el mercado nacional, por un total de 254,800 millones a valor nominal.

 

El IPAB cuenta con un presupuesto de 52,451.9 millones de pesos para 2025. Para ese año, se estima que necesitará 253,687.1 millones de pesospara cubrir sus obligaciones, recursos que también se obtendrán mediante la colocación de BPAs.

 

El Fobaproa fue creado en 1990 por el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, pero fue en 1995, con la severa crisis económica, cuando Zedillo lo activó formalmente. Para marzo de 1998, notificó al Congreso de la Unión un pasivo de 552 mil millones de pesos como resultado del rescate, proponiendo convertirlo en deuda pública.

 

En 1999, con la entrada en vigor de la Ley de Protección al Ahorro Bancario, se creó el IPAB, que asumió esa deuda, misma que ascendía a 688 mil millones de pesos, equivalente al 11.29% del PIB de ese año.

 

El rescate también estuvo envuelto en corrupción: se descubrió que varios bancos beneficiados estaban implicados en fraudes, evasión fiscal y malas prácticas. Entre los casos más conocidos se encuentran Carlos Cabal Peniche (Banca Cremi y Banco Unión), Jorge Lankenau (Banca Confía) y Ángel Rodríguez “El Divino” (Banpaís).

 

Otro error de Zedillo fue emitir tesobonos, instrumentos financieros en dólares, lo que llevó al colapso de las reservas internacionales. El FMI y el gobierno de EE. UU. tuvieron que intervenir con un rescate financiero.

 

En 1999, las reservas internacionales del Banco de México eran de apenas 405 millones de dólares. Actualmente superan los 200 mil millones de dólares

Según la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), hasta 2023 se habían destinado 1.37 billones de pesos exclusivamente al pago de bonos del IPAB. Otros 437 mil millones se han destinado a programas de apoyo a ahorradores y deudores.

 

La deuda del IPAB se ha vuelto impagable. Se estima que generaciones nacidas en los noventa y posteriores dedicarán su vida laboral a pagarla, e incluso sus descendientes heredarán esa carga.

 

Zedillo no solo rescató a los banqueros: también rescató a los concesionarios de autopistas. En 1997, el gobierno federal absorbió la deuda de 23 de las 52 autopistas concesionadas, por un total de 58,123 millones de pesos. Empresas beneficiadas incluyeron TrivasaICA y GMD.

 

Además, en 1995, durante el auge del modelo neoliberal, Zedillo inició la privatización de los ferrocarriles mediante concesiones. Esta privatización fue cuestionada por entregarse a bajo precio, por largos periodos, y por limitar el transporte de pasajeros. Aunque se eliminó el monopolio estatal, se creó un oligopolio privado dominado por empresas extranjeras.

 

En resumen, la política económica del expresidente Ernesto Zedillo fue un fracaso, cuyas consecuencias aún afectan a los mexicanos. Por ello, carece de autoridad moral para criticar al gobierno actual, especialmente viviendo fuera del país, recibiendo una pensión del Banco de México y ganando millones de dólares como consejero de Citigroup, banco que adquirió Banamex en una operación en la que, presuntamente, el exmandatario jugó un papel clave. Cabe destacar que Roberto Hernández y sus socios no pagaron impuestos por la venta del banco a los estadounidenses.


(La columna Tengo Otros Datos se publica en los portales Domo de Cristal y Ekonosphera. Se reproduce con la autorización del autor).